Existen tres tipos de quemaduras que puede sufrir una persona, las que dependiendo de su profundidad, podrían llegar a traer consecuencias permanentes a la piel. Entérate de cómo tratarlas.

Uno de los accidentes más comunes en el trabajo son las quemaduras por agua hirviendo. Generalmente, por una taza de té o café que, en un descuido, cae y se derrama sobre el cuerpo. Estas son clasificadas en tres categorías según su gravedad:

1. Quemaduras de primer grado: Son aquellas superficiales, que afectan solo la epidermis, la capa externa de la piel. La zona queda de color rojo, duele, pero no se produce una ampolla.

1. Quemaduras de segundo grado: Involucran la epidermis y parte de la capa que está debajo, llamada dermis. Son de color rojo y provocan ampollas, lo que hace que la zona se inflame y sea doloroso. 
2. Quemaduras de tercer grado: Son aquellas donde se destruye la epidermis y la dermis, dañando el tejido subcutáneo. La zona se ve blanca o carbonizada, y pierde sensibilidad. 

La Dr. Katherin Falck, especialista de Help, entrega las siguientes recomendaciones en caso de que un compañero de trabajo sufra una quemadura: 

1. Poner abundante agua fría sobre la zona, incluso si está con ropa, porque si fue muy intensa, la piel se puede arrastrar con ropa quemada. Esto calmará el dolor. 
2. Una vez disminuido el dolor, quitar la ropa y ver la profundidad de la quemadura. Si fue leve, basta con aplicar frío. Si fue grave y formó una ampolla u ocurrió en la cara, el paciente debe ser trasladado a un Servicio de Urgencia para ser tratado en el recinto.

Siempre es mejor prevenir que lamentar, por lo que la doctora aconseja tener precaución a la hora de tomar líquidos calientes, tanto en la oficina como el hogar.

Las quemaduras suceden sin previo aviso. Lo importante es saber actuar rápido para evitar  una secuela permanente en la piel. Recuerda que en Help contamos con asistencia médica los 7 días de la semana, las 24 horas del día para atender este y otros incidentes.